Ya estamos otra vez en Navidades!
Qué rápido ha pasado un año y curiosamente nos volvemos a encontrar con situaciones similares.
A unos les encantan y las viven con ilusión y alegría. A otros no les entusiasman demasiado pero lo llevan lo mejor que pueden. Y hay un pequeño grupo que, definitivamente odia la Navidad. Cada uno tiene sus motivos y no vamos a entrar en ese debate. Aunque hay una cosa que prácticamente todos tienen en común: el reto de sentarse a la mesa de Navidad con algún familiar, pariente o allegado, con quien no tienen buena relación. Sí, justamente ese es el comentario que más escucho en estos días. Siempre acompañado de un “uffffff… tendré que volver a sentarme a la mesa con…”
No importa si se trata de un cuñado al que no soportas, de una tía que siempre hace preguntas incómodas, de un hermano con el que no te entiendes o una suegra que te fastidia a cada momento.
Esta Navidad puede ser diferente; puedes aprovechar las herramientas que nos da el coaching, para transformar la situación y que una mala dinámica relacional no te amargue la Navidad!
Si quieres disfrutar de unas Navidades diferentes, toma nota:
- Para transformar una relación no necesitas que el otro colabore, ni tan siquiera que lo sepa. La autentica transformación es aquella que se produce en ti.
- Deja de intentar cambiar a los demás, esa no es tú responsabilidad y solo te producirá desgaste y conflictos. El único cambio real posible está en ti mismo.
- Tratamos a los demás tal como nos tratamos a nosotros mismos. Si te observas juzgando o criticando a alguien también lo harás contigo. Deja de juzgar y de juzgarte; en la medida que te trates mejor a ti mismo, tratarás mejor a los demás y te sentirás que te tratan mejor. No juzgar te libera!
- “Nunca le perdonaré lo que me hizo!”. Hay cosas imperdonables, hasta que comprendes que el perdón te libera a ti de soportar esa carga. No tienes que compartir esa información con la otra persona si no lo deseas. En tu interior sabrás que te has liberado cuando puedas estar cerca sin sufrir y recordar el pasado.
- Las cosas no siempre son como nos gustaría. En ocasiones las circunstancias que nos tocan vivir nos producen sufrimiento, la resistencia a aceptarlas es lo que produce ese sufrimiento. Haz todo aquello que dependa de ti para transformarlas y acepta todo lo que no esté en tu mano transformar. La aceptación te libera del sufrimiento y te permite disfrutar del momento presente tal como es!
NO JUZGUES, PERDONA Y ACEPTA. Si pones en práctica estas herramientas estoy absolutamente segura que te liberarás de la carga que supone mantener en tu vida actitudes que producen sufrimiento y que podrás disfrutar de unas Navidades diferentes y completamente liberadoras!
No dejes de contarnos cómo te ha ido, tu experiencia puede inspirar a otros!
Feliz Navidad del team Hip’s
Un abrazo enorme,
Pilu