Aceptar es una palabra mágica.
Desde que estoy aprendiendo a aceptar las cosas que ocurren, las situaciones y las circunstancias, vivo de otra manera.
Aceptar me ha ayudado a vivir de forma más consciente y más cercana a la vida ideal que yo quiero tener. O quizás es al revés… vivir de forma consciente, me ha ayudado a aceptar todo lo que ocurre y a saber que puedo elegir cómo vivirlo. De este modo, se transforman las situaciones y aunque parezca mágico, no lo es.
Algunas de las cosas que te ocurren no se pueden cambiar. Pero la manera en que las vives y las gestionas, sí. Solo puedes cambiar aquello que realmente depende de ti, pero las circunstancias y situaciones externas seguirán ocurriendo tal como tengan que ocurrir.
Cuando eres consciente de que tú puedes escoger cómo vives esas situaciones, te cambia la vida, ¡de verdad! No importa lo que te ocurra. Lo que importa es cómo lo vives. Y todo, absolutamente todo, puedes vivirlo desde el amor y la aceptación. Cuando aprendes eso, todo se transforma y deja de tener el peso y la importancia que en otras ocasiones te ahoga y te preocupa. Y no es ningún discurso happyflower, es realmente así.[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”304″ img_size=”full” alignment=”center” style=”vc_box_rounded”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text css=”.vc_custom_1544083868824{margin-bottom: 0px !important;}”]Sé que puede parecer difícil, y es cierto que al principio requiere un poco de práctica, pero en realidad es muy fácil… Como me dijo alguien muy sabio, es tan fácil como tú quieres que sea. Así de simple. Solo tienes que poner foco, atención y consciencia en cómo haces todo aquello que haces y ver que solo tú eres responsable de lo que te atañe a ti, no de lo de los demás. Y por tanto, aceptar tu responsabilidad te libera para decidir qué quieres hacer en cada momento, cómo vivirlo y gestionarlo, y soltar todo aquello que no va contigo o que ya no te aporta nada.
Otra gran frase que he aprendido en estos últimos tiempos es “Lo que resiste, persiste. Lo que aceptas, desaparece”. Es así de simple. Todo aquello a lo que te resistes, normalmente de forma inconsciente, sigue existiendo en tu vida y te va desgastando la energía. En cambio, cuando lo aceptas y decides de qué manera vas a vivirlo, se hace más relativo, lo integras en tu vida o lo sueltas y deja de tener tanta importancia.
Así he decidido vivir: aceptando. Y estoy más feliz que una perdiz.
Mònica[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]